En 1941 España aportó dos colectivos para ayudar al esfuerzo bélico alemán durante la II Guerra Mundial, por un lado, la División Azul y las escuadrillas expedicionarias, el mayoritario, con cerca de 50.000 españoles embarcados en una cruenta lucha en el frente del Este, y un segundo formado por más de 10.000 trabajadores que se integraría en el tejido industrial germano. Para este último las autoridades españolas creyeron oportuno crear un instrumento de información y relación entre la patria y aquellos productores que se encontraban repartidos por todo el Reich alemán, naciendo el periódico "Enlace". Desde sus inicios fueron múltiples las noticias recogidas en sus páginas sobre las andanzas de la División Azul en el frente ruso. Ya en 1944, retiradas las unidades militares españolas del frente y retornadas a España, sería el Instituto Ibero-Americano quien se haría cargo de "Enlace" hasta el final de la guerra, informando de un nuevo colectivo de combatientes españoles integrado en la Wehrmacht alemana, el que se ha conocido como el “Batallón Fantasma”.