

Referencia: 1901202103
En torno a 500 soldados españoles, miembros de la División Azul, que combatían como voluntarios en una unidad integrada en la Whermacht, cayeron prisioneros en manos del Ejército Rojo, la mayoría de ellos en la famosa batalla de Krasny Bor. Al perder Alemania la guerra, se vieron confinados en los campos de prisioneros del Gulag de Stalin y, por empeño personal del dictador soviético, permanecieron allí mucho más tiempo que los prisioneros de las demás nacionalidades, incluidos los alemanes –fue su manera de vengarse de la humillación sufrida en nuestra Guerra Civil– y no fueron liberados hasta después de su muerte en 1953, permaneciendo allí más de once años en condiciones infrahumanas y muriendo muchos de ellos.
Boudica. Solo su mención trasciende la Historia. Menos Conocida que otros importantes personajes femeninos de la Antigüedad, como Cleopatra o Zenobia, no ha sido obstáculo para que sus hazañas pervivieran durante milenios hasta convertirse en leyenda. El símbolo femenino del valor y la lucha por la libertad en Britania. Boudica, soberana por derecho de los icenos, uno de los más importantes pueblos que habitaban la lejana Albión (la “isla blanca”, como era conocida hasta ese momento), lideró también a otros muchos frente a la ocupación romana. La lejana Britania había conseguido mantenerse ajena a la ambición romana hasta mediados del s. I aC, pero en el 61 dC, los pueblos que aún se resistían a la ocupación acumulaban ya cerca de dos décadas de enfrentamientos continuos con las legiones de Roma. Boudica se convirtió en una figura de renombre por méritos propios. Una reina cuyo coraje y valentía hicieron temblar al todopoderoso Imperio romano. Nunca antes sus legiones tuvieron que enfrentarse a un ejército dirigido por una mujer, y no hay duda de que jamás lo olvidaron.