al-Ándalus omeya
Referencia: 2709202022
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Aunque algo efímera y contando apenas con un siglo de existencia –buena parte del cual marcado por las luchas intestinas–, la etapa del califato del al-Ándalus omeya representa un período de la historia medieval caracterizado por un claro florecimiento social y cultural, fruto de la centralización del poder omeya, que venía acompañado de un complejo aparato administrativo con cientos de funcionarios. Reflejo de ello es todo el boato exhibido por las élites en múltiples facetas, fundamentalmente relacionadas con Córdoba o la ciudad palatina de Madînat al-Zahrâ’ y todo aquello que surgía de allí, desde las producciones artesanas hasta las influencias artísticas. Pero en el al-Ándalus omeya no solo floreció la cultura material, sino que también lo hizo la poesía, el pensamiento y la ciencia, y en sus manos una sociedad muy diversa en la que convivieron gentes de procedencia autóctona con otras de origen árabe, bereber o judío. Con la fitna, la guerra civil, el espejismo del califato, como aquél del prodigioso estanque de Medina Azahara, se quebró en mil pedazos, hasta que a partir del siglo XVIII el romanticismo europeo lo descubra y recree, con más imaginación que acierto. Esa proyección mistificada de un irreal paraíso perdido sigue hechizando, a veces perversamente, y distorsiona la justa valoración de un periodo que tuvo, como todos, sus luces y sus sombras. Afortunadamente, hoy podemos reconstruir con cierto rigor muchos aspectos de la vida de los habitantes del al-Ándalus omeya, y seguro que el futuro, insha’Allâh, aún nos deparará muchos descubrimientos que permitan seguir avanzando en su conocimiento.