Pago seguro. Le garantizamos la máxima seguridad en su pago y la confidencialidad de los datos. Todas las operaciones de pago se realizan a través de un servidor seguro, basado en el Standard SSL.
Política de envío. Los paquetes se envían a los pocos días de la recepción del pago. Tus artículos irán bien protegidos.
Política de devolución. Se admiten devoluciones al dia siguiente de la recepción del envío, siempre y cuando se devuelva el producto en las mismas condiciones en que se le envió.
«No descansaré hasta que el último soldado enemigo abandone mi Imperio». Esta solemne sentencia del zar Alejandro I contiene en sí misma buena parte de la idiosincrasia de la Rusia de principios del siglo XIX: un Estado patrimonial, insaciable fagocitador de pueblos que toleraba y rusificaba a partes iguales, y una sociedad polarizada entre una aristocracia francófona y unas clases populares sometidas a la servidumbre. A Alejandro no le quedó otra que erigirse en mesías nacional y apelar al patriotismo y al fervor religioso de su pueblo para la defensa de la madre patria frente al invasor. Durante la campaña de Rusia y el posterior contraataque (1812-14) el ejército ruso tendrá la oportunidad de empaparse del liberalismo de Occidente. Sin embargo, el fracaso de la Revuelta Decembrista de 1825 supondrá una oportunidad perdida para la construcción de Rusia como estado-nación frente al reforzamiento de las viejas estructuras autocráticas imperiales y de la pervivencia de una sociedad fragmentada. Con esta campaña quedará una huella en el pueblo ruso evocada en la futura invasión alemana denominada “Operación Barbarroja”. En este primer número de un total de tres que dedicaremos a la titánica campaña de Rusia de 1812 analizaremos los antecedentes, preparativos y el avance francés hasta las terribles batallas de Smolensko y Valutina, preludios de la carnicería de Borodinó.
Boudica. Solo su mención trasciende la Historia. Menos Conocida que otros importantes personajes femeninos de la Antigüedad, como Cleopatra o Zenobia, no ha sido obstáculo para que sus hazañas pervivieran durante milenios hasta convertirse en leyenda. El símbolo femenino del valor y la lucha por la libertad en Britania. Boudica, soberana por derecho de los icenos, uno de los más importantes pueblos que habitaban la lejana Albión (la “isla blanca”, como era conocida hasta ese momento), lideró también a otros muchos frente a la ocupación romana. La lejana Britania había conseguido mantenerse ajena a la ambición romana hasta mediados del s. I aC, pero en el 61 dC, los pueblos que aún se resistían a la ocupación acumulaban ya cerca de dos décadas de enfrentamientos continuos con las legiones de Roma. Boudica se convirtió en una figura de renombre por méritos propios. Una reina cuyo coraje y valentía hicieron temblar al todopoderoso Imperio romano. Nunca antes sus legiones tuvieron que enfrentarse a un ejército dirigido por una mujer, y no hay duda de que jamás lo olvidaron.