

Referencia: 2009202011
La presencia española en Marruecos en el siglo XX obligó a un esfuerzo bélico entre 1909 y 1927 notable para las posibilidades materiales del país. El periodo conoció varios desastres militares presentes en la memoria colectiva, aunque finalmente el desembarco de Alhucemas de septiembre de 1925 permitió la pacificación del Protectorado y cerrar con éxito el denominado “problema de Marruecos”, al menos desde el punto de vista militar. Primo de Rivera alcanzó con Francia un acuerdo para desarrollar una acción militar conjunta que arrancó con el desembarco, prosiguió con la rendición de Abd el-Krim a los franceses y terminó con la eliminación en 1927 de los últimos focos rebeldes rifeños. Alhucemas supuso el cénit del Directorio Militar en un conflicto en el que aparecían caracteres modernos de liberación nacional. Asistimos al comienzo de una estabilidad política interna que no habría de durar mucho.
Boudica. Solo su mención trasciende la Historia. Menos Conocida que otros importantes personajes femeninos de la Antigüedad, como Cleopatra o Zenobia, no ha sido obstáculo para que sus hazañas pervivieran durante milenios hasta convertirse en leyenda. El símbolo femenino del valor y la lucha por la libertad en Britania. Boudica, soberana por derecho de los icenos, uno de los más importantes pueblos que habitaban la lejana Albión (la “isla blanca”, como era conocida hasta ese momento), lideró también a otros muchos frente a la ocupación romana. La lejana Britania había conseguido mantenerse ajena a la ambición romana hasta mediados del s. I aC, pero en el 61 dC, los pueblos que aún se resistían a la ocupación acumulaban ya cerca de dos décadas de enfrentamientos continuos con las legiones de Roma. Boudica se convirtió en una figura de renombre por méritos propios. Una reina cuyo coraje y valentía hicieron temblar al todopoderoso Imperio romano. Nunca antes sus legiones tuvieron que enfrentarse a un ejército dirigido por una mujer, y no hay duda de que jamás lo olvidaron.