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Pese al triunfalismo que adorna la cita de Dión Casio, las Guerras Marcomanas supusieron para el ejército romano imperial un enorme desafío, que solamente lograron superar después de elevadas pérdidas, llegándose en alguna ocasión a rozar el pánico y la desesperación cuando los invasores danubianos llegaron demasiado cerca de Atenas y Roma. Las guerras que sostuvieron los emperadores de la dinastía Ulpio-Aelia al norte y al sur del río Danubio provocaron grandes cambios en la organización militar y política del Imperio Romano.
Boudica. Solo su mención trasciende la Historia. Menos Conocida que otros importantes personajes femeninos de la Antigüedad, como Cleopatra o Zenobia, no ha sido obstáculo para que sus hazañas pervivieran durante milenios hasta convertirse en leyenda. El símbolo femenino del valor y la lucha por la libertad en Britania. Boudica, soberana por derecho de los icenos, uno de los más importantes pueblos que habitaban la lejana Albión (la “isla blanca”, como era conocida hasta ese momento), lideró también a otros muchos frente a la ocupación romana. La lejana Britania había conseguido mantenerse ajena a la ambición romana hasta mediados del s. I aC, pero en el 61 dC, los pueblos que aún se resistían a la ocupación acumulaban ya cerca de dos décadas de enfrentamientos continuos con las legiones de Roma. Boudica se convirtió en una figura de renombre por méritos propios. Una reina cuyo coraje y valentía hicieron temblar al todopoderoso Imperio romano. Nunca antes sus legiones tuvieron que enfrentarse a un ejército dirigido por una mujer, y no hay duda de que jamás lo olvidaron.