De Dunquerque a Moscú: Camiones británicos en la Wehrmacht

El uso de vehículos capturados en servicio en la Wehrmacht era bastante común. Había tres tipos de “adquisición” que pueden diferenciarse en: vehículos capturados en el frente, vehículos producidos en factorías ocupadas y vehículos requisados de procedencia civil. En la campaña Occidental y posteriormente en el Norte de África y Rusia el ejército capturó un gran número de vehículos de todo tipo. La duración activa de estos vehículos dependía de muchos factores; en la mayoría de los casos, su vida operativa terminaba cuando se averiaba y no podían localizarse piezas de repuesto aunque las propias habilidades del personal de mantenimiento frecuentemente podían reparar vehículos con elementos improvisados y prolongar su vida operativa. Además se si había capturado un stock de recambios o había piezas similares producidas por la industria alemana, permitía que los vehículos pudieran mantenerse en servicio durante muchos años, algunos, incluso, hasta el final de la guerra. La denominación de Beute-Fahrzeug se emplea comúnmente en relación con vehículos capturados y utilizados inicialmente por unidades desplegadas en la primera línea del frente, pero que después se enviaban a los depósitos de vehículos capturados para que se evaluaran, repararan o readaptaran para su posterior uso en otras unidades o cuerpos. El uso de los Beutefahrzeuge fue vital para los planes alemanes en el Este, principalmente por el hecho de que la industria alemana estaba muy lejos de poder producir las enormes cantidades de vehículos que demandaba la Wehrmacht. El éxito de la Blitzkrieg en el Oeste proporcionó un volumen de vehículos de origen francés y británico del orden de más 200.000 Beutefahrzeuge, de todas las clases