

Referencia: 0511202203
El 13 de febrero de 1945, tras 50 días de encarnizados combates, Budapest caía en manos soviéticas. La conquista de la capital húngara supuso un duro revés para Hitler, pues ello conllevaba también la pérdida de los últimos recursos petrolíferos en poder del Reich, vitales para el esfuerzo de guerra alemán. Es por ello que Hitler planeó la última gran ofensiva alemana en el Este, y a la postre la última de la Segunda Guerra Mundial: la Operación Despertar de Primavera. Su objetivo era la recuperación de las zonas petrolíferas húngaras y la destrucción de las fuerzas soviéticas en este sector del frente. Para su consecución se destinaron los últimos recursos bélicos del Reich y lo más granado de las formaciones de la Waffen SS. Como lo fue las Ardenas en el Oeste, Despertar de Primavera sería el canto de cisne de las Waffen SS en el Este.
En 1942 la Octava Fuerza Aérea estadounidense, operando desde bases en el sur de Inglaterra, comenzó una campaña de bombardeo diurno sobre objetivos en la Europa continental que se prolongaría hasta el final de la guerra.
Boudica. Solo su mención trasciende la Historia. Menos Conocida que otros importantes personajes femeninos de la Antigüedad, como Cleopatra o Zenobia, no ha sido obstáculo para que sus hazañas pervivieran durante milenios hasta convertirse en leyenda. El símbolo femenino del valor y la lucha por la libertad en Britania. Boudica, soberana por derecho de los icenos, uno de los más importantes pueblos que habitaban la lejana Albión (la “isla blanca”, como era conocida hasta ese momento), lideró también a otros muchos frente a la ocupación romana. La lejana Britania había conseguido mantenerse ajena a la ambición romana hasta mediados del s. I aC, pero en el 61 dC, los pueblos que aún se resistían a la ocupación acumulaban ya cerca de dos décadas de enfrentamientos continuos con las legiones de Roma. Boudica se convirtió en una figura de renombre por méritos propios. Una reina cuyo coraje y valentía hicieron temblar al todopoderoso Imperio romano. Nunca antes sus legiones tuvieron que enfrentarse a un ejército dirigido por una mujer, y no hay duda de que jamás lo olvidaron.