

Referencia: 1301202121
Durante la Segunda Guerra Mundial no solo acontecieron grandes batallas protagonizadas por los ejércitos aliados y del Eje, sino que también hubo un espacio reservado para otra forma de combatir, para los engaños en los que primó el ingenio, para las guerrillas en territorio enemigo, en definitiva, para las denominadas operaciones especiales. Todos los países sin excepción llevaron a cabo esta forma de lucha de un modo u otro, desde los Comandos británicos hasta la División Brandenburg alemana, pasando por el Longe Range Desert Group (LRDG), el Special Air Service (SAS), los Rangers o algunas unidades de las SS.
“El quitarle Mantua a quien la heredaba comezó la guerra que nunca se acaba”, dejó escrito Francisco de Quevedo con su característica ironía. Y así fue en efecto; la muerte de Vicente II Gonzaga, duque de Mantua y Monferrato, abrió una disputa más en una Europa sobrada ya de conflictos. La cuestión de quien debía heredar los ducados en discordia, fronterizos ambos a levante y poniente con el Milanesado español, atrajó la atención de Francia, del Sacro Imperio Romano Germánico, del intrigante duque de Saboya y, por supuesto, de España, dado que estas tierras, a la par que fronterizas con un territorio de la monarquía católica, lindaban con el camino usado por los tercios españoles para acceder al norte de Europa, donde otra guerra de las que nunca se acababan, la de Flandes, reclamaba sus servicios.
El conflicto está servido. En las páginas de este libro encontrará el lector intrigas de corte, diplomacia, al mismísimo Quevedo haciendo de espía en Venecia... y por supuesto pífanos y tambores acompañando el paso de los míticos tercios, que combatieron en Italia, desde las llanuras del río Po a los pasos y valles alpinos, dirigidos por comandantes como Gonzalo Fernández de Córdoba o Ambrosio Spínola.
Aliados indignos de confianza, asedios con final inesperado, batallas que no son lo que parecen, y otras que sí lo son, mantendrán sin duda vivo el interés durante el repaso de este capítulo de nuestra Historia que tantas lecciones ofrece.