
El Ejército español en 1808
Introducción
Tras la derrota en la Guerra de los siete años en 1763, el Ejército fue reformado según las Reales Ordenanzas de Carlos III de 1768, con el objetivo de convertirlo en un Ejército equiparable a las grandes potencias europeas. Este Ejército, aunque reducido a unos 85.000 hombres, se destacaba por su disciplina y entrenamiento, y sería heredado por Carlos IV en 1788.
Los deseos del rey de seguir una política pacífica, al igual que su tío Fernando VI, se vieron frustrados por la ejecución de Luis XVI. Esto llevó a España a participar en la Primera coalición contra la Francia de la Convención. La Guerra de los Pirineos resultó en un rotundo fracaso para las fuerzas españolas, quienes también perdieron a sus dos mejores generales, Ricardos y O'Reilly. Tras la firma del Tratado de Basilea con Francia y el retorno a los tradicionales Pactos de Familia, las fuerzas españolas volvieron a enfrentarse al Reino Unido. Los enfrentamientos en Trinidad, Puerto Rico, Cádiz y Santa Cruz de Tenerife tuvieron resultados mixtos.
En 1801, España invadió Portugal, y al ver cómo tres cuerpos de ejército, sumando un total de 60.000 hombres, les invadían, Portugal accedió a firmar la Paz de Badajoz.
Tras la derrota en Trafalgar, el Reino Unido ocupó Buenos Aires y Montevideo, pero pronto fueron rechazados por los voluntarios coloniales y las tropas regulares.
El cuerpo de ejército del marqués de La Romana fue enviado a Dinamarca y poco después, 20.000 franceses al mando de Junot, con la ayuda de unidades españolas, invadieron Portugal y ocuparon Lisboa el 27 de noviembre de 1808.
Después de la revuelta popular del 2 de mayo, toda España se levantó en armas contra la invasión francesa. Tan solo dos meses después, un ejército completamente español liderado por el general Castaños derrotó a las hasta entonces invencibles fuerzas imperiales en Bailén, el 19 de julio, capturando a casi 19.000 prisioneros, incluyendo unidades de la mismísima Guardia Imperial francesa. Solo un año antes, los franceses habían derrotado a los prusianos y rusos en Eylau y Friedland.
¿Cómo fue posible, entonces, tal victoria? ¿Cómo era ese Ejército español que humilló al mismísimo Emperador en tierras andaluzas? (1)
Organización
El Ejército español estaba organizado de manera similar al modelo francés, al igual que muchos países de Europa occidental a finales del siglo XVIII. El rango máximo, exceptuando al Rey y a Godoy, quien ostentaba el rango de Generalísimo, era ocupado por los Capitanes Generales. Antes de 1808, existían 400 generales de diferentes grados. No todos tenían el mando de tropas, muchos eran gobernadores en diversas plazas peninsulares o colonias, otros ocupaban cargos administrativos relevantes en diferentes secretarías, y algunos se encontraban en situación de reserva. Unos 350 oficiales conformaban el cuerpo administrativo de oficiales, intendentes y auditores. La mayoría de ellos prestaban servicio en España, excepto unos pocos en La Habana. Se encargaban de controlar las finanzas y los pagos de suministros, alimentos y equipos.
Los regimientos de caballería e infantería se dividían en línea o regulares y los de la Guardia Real. La mayor parte del Ejército estaba compuesta por españoles, pero también había numerosos regimientos y unidades extranjeras, siendo el más importante de ellos los regimientos suizos, que contaban con 13.000 efectivos. Los regimientos regulares contaban con el apoyo de batallones provinciales y milicias urbanas. También existían cuerpos especializados, como artillería, ingenieros y otras fuerzas auxiliares. Además, las colonias, Canarias y las ciudades de Ceuta o Melilla tenían sus propias unidades. En 1808, el Ejército español contaba con 7.000 oficiales, 130.000 suboficiales y soldados, incluyendo 30.000 soldados de las milicias provinciales.
LA GUARDIA REAL
Estas tropas fueron creadas durante el reinado de Felipe V a principios del siglo XVIII. A excepción del cuerpo de alabarderos, estas tropas participaban en campañas militares y estaban formadas por alrededor de 6.000 soldados. Todos sus miembros pertenecían a la nobleza y se distinguían por su lealtad al rey, especialmente después de la amarga experiencia de la Casa Real de Francia en 1789. Tenían un estatus especial, similar a los cadetes de los regimientos, considerándose "oficiales".
Guardias de Corps
Creado en 1704, este cuerpo consistía en cuatro compañías de caballería: la 1ª Española, la 2ª Italiana, la 3ª Flamenca y la 4ª Americana (creada en 1795). Cada compañía contaba con 225 soldados y oficiales. En 1803, se redujo a tres compañías de 180 hombres, disolviéndose la compañía flamenca. Entre 1797 y 1803, existió una Brigada de Artillería Volante con 67 soldados y oficiales, y ocho cañones ligeros.
Cuerpo de Guardias Alabarderos
Esta unidad se creó en 1707 como guardia de palacio, con cuatro oficiales y 100 hombres. Armados únicamente con alabardas, sus integrantes eran veteranos de la Guardia Real y otras unidades del Ejército.
Guardias de Infantería Española
Creados en 1704 con cuatro batallones, su número aumentó a seis en 1791. Cada batallón constaba de siete compañías de 100 hombres, incluyendo una de granaderos. Los Cazadores Artilleros, creados en 1793, tenían seis compañías, una por cada batallón, con 105 soldados y oficiales, pero fueron disueltos en 1803. Ese mismo año, se produjo una drástica reducción de efectivos, se disolvieron tres batallones y los restantes se redujeron a 50 fusileros, además de que las compañías de granaderos se limitaron a 100 hombres.
Guardias de Infantería Valona
Creada en 1704, tenía la misma composición que los regimientos de Guardias Españoles, pero nunca contaron con Cazadores Artilleros.
Carabineros Reales
Creados en 1730, constaban de cuatro escuadrones, cada uno de ellos con 276 hombres divididos en cuatro compañías. En 1802, se añadieron dos escuadrones de caballería ligera para escoltar a Godoy.
De izquierda a derecha:
– Compañías de Cazadores Artilleros de la Guardia Real; 1793.
– Compañías de Cazadores Artilleros; 1800.
– Granadero de las Reales Guardias Valonas.
– Capitán General.
– Húsar de la Guardia del Almirante; 1800-1805.
– Brigada de Artillería Volante de las Reales Guardias de Corps; 1797.
– Oficial del Real Cuerpo de Ingenieros.
– Artilleros del Real Cuerpo de Artillería; 1806.
Infantería de línea
En 1808, España contaba con 44 regimientos de infantería de línea, de los cuales 34 eran españoles y 10 eran tropas extranjeras (6 suizos, 3 irlandeses y 1 italiano). La mitad de los regimientos estaban formados por veteranos, mientras que la otra mitad fue reclutada para esta guerra.
A principios de 1790, cada regimiento tenía dos batallones en servicio y uno en reserva. Cada batallón constaba de cuatro compañías de fusileros y una de granaderos, sumando un total de 1.403 hombres, que aumentó a 1.903 en 1793. A partir de 1802, cada regimiento tenía tres batallones. El primer batallón tenía dos compañías de granaderos y dos de fusileros, mientras que los otros dos batallones tenían cuatro compañías de fusileros cada uno. Cada compañía estaba compuesta por un capitán, un teniente, un subteniente, un sargento mayor, dos sargentos, ocho cabos primeros, ocho cabos, tres tambores y 60 soldados en tiempos de paz, o 164 soldados en tiempos de guerra. Cada batallón contaba con un Estado Mayor compuesto por tres oficiales de campo, un estandarte, un capellán, un médico, un tambor mayor y un maestro armero. En 1808, había alrededor de 59.000 hombres en los regimientos, incluidos 15.000 extranjeros.
Los regimientos españoles eran: Inmemorial del Rey, Reina, Príncipe, Saboya, Corona, África, Zamora, Soria, Córdoba, Guadalajara, Sevilla, Granada, Valencia, Zaragoza, España, Toledo, Mallorca, Burgos, Murcia, León, Cantabria, Asturias, Fijo de Ceuta, Navarra, Aragón, América, Princesa, Extremadura, Málaga, Jaén, Ordenes Militares, Voluntarios de Castilla, Voluntarios del Estado y Borbón. Los regimientos extranjeros eran: los irlandeses Irlanda, Hibernia y Ultonia; los suizos Schwaler, Ruttiman, Reding, Yann, Courten y Betschart; y el italiano Nápoles. (2)
Infantería y artillería española: 1.- Infantería de línea, regimiento de Zaragoza. 2.- Infantería ligera, regimiento de Córdoba. 3.- Granadero de infantería de línea. 4.- Artillero en 1808. 5.- Artillero en 1810. 6.- Granadero del regimiento de Guadalajara. 7.- Granadero del regimiento de la Princesa. (Fuente: L.-F. Funcken L`Uniforme et les armes des soldats du Premier Empire. Vol. 2. París, 1968. Página 115)
Infantería ligera
Creada por Carlos III en 1763 después de la campaña de Portugal, la infantería ligera tenía la misión de desplegarse a los costados de la línea de batalla para exploración, reconocimiento o flanqueo. Los tres regimientos iniciales aumentaron a nueve en 1792 y a 12 después de la reforma de 1802. La infantería ligera española estaba organizada en batallones individuales. En 1792, cada batallón tenía 801 hombres, y desde 1802, cada batallón contaba con seis compañías. Cada compañía incluía un capitán, un capitán segundo, dos tenientes, dos subtenientes, un sargento mayor, cinco sargentos, ocho cabos primeros, ocho cabos, tres tambores y 105 soldados en tiempos de paz, o 175 soldados en tiempos de guerra. Cada batallón tenía un Estado Mayor compuesto por tres oficiales de campo, un estandarte, un capellán, un médico, un tambor mayor y un maestro armero. En 1808, los regimientos de infantería ligera contabilizaban 13.600 hombres, distribuidos en los siguientes regimientos: 1º de Aragón, 2º de Aragón, 1º de Cataluña, 2º de Cataluña, Tarragona, Gerona, 1º de Barcelona, 2º de Barcelona, Barbastro, Voluntarios de Valencia, Voluntarios de Navarra y Campo Mayor.
Tercios españoles de Tejas
Este cuerpo fue creado en agosto de 1804 para reforzar la zona del virreinato de Nueva España conocida como Tejas. Originalmente, se planeaba que consistiera en cuatro tercios de infantería ligera y cuatro de caballería, cada uno con tres compañías. Sin embargo, parece ser que finalmente solo se formaron dos batallones de infantería ligera. En 1808, estos batallones aún estaban acantonados en Cádiz, pero se unieron al ejército de Andalucía del general Reading y participaron en la batalla de Bailén. Posteriormente, se transformaron en los batallones de cazadores de Bailén y de las Navas de Tolosa.
Compañías independientes
Existían 21 compañías independientes. Dos de ellas eran de infantería ligera, conocidas como los Escopeteros de Andalucía. Otro grupo de once compañías actuaba como guardia de costa en Granada. También había compañías de caballería ligera que servían en Ceuta (Moros Mogataces), Melilla (lanceros) y otros enclaves del norte de África.
Milicias Provinciales
Creadas a imitación de la Milicia Real francesa, las Milicias Provinciales estaban formadas al principio de la guerra por unidades locales que realizaban entrenamiento y práctica de tiro los domingos por la mañana. Estas unidades eran lideradas por personas con cierto nivel de educación pero sin una gran experiencia militar. Aunque podrían considerarse fuerzas de segunda categoría y popularmente llamadas "alonsos", tuvieron una gran importancia en los primeros meses de la guerra. Había 42 regimientos de un batallón, excepto en Mallorca, que tenía dos. Además, había otro regimiento en Canarias. Cada regimiento recibía el nombre de la capital o ciudad en la que había sido creado. En 1808, cada regimiento contaba con 550 hombres, sumando un total de alrededor de 30.000 efectivos. Algunos de los regimientos incluían Jaén, Badajoz, Pontevedra, Tuy, Sevilla, Burgos, Lugo, Oviedo, Murcia, Trujillo, Logroño, Sigüenza, Toro, Soria, Laredo, Orense, Santiago, Betanzos, Guadix, Ronda, Cuenca, Mallorca, Alcázar de San Juan, Chinchilla, Lorca, Mondoñedo, Ciudad Real, Plasencia, Monterrey, Compostela y Canarias. (3)
Milicias Urbanas
Estos cuerpos tenían un nivel orgánico inferior al de las Milicias Provinciales y eran formados y pagados por los municipios. Estaban compuestos por personas mayores, veteranos de otras guerras, con armamento antiguo y tenían la misión de vigilar las ciudades, costas y fronteras. Existían 114 compañías independientes de trece municipios. Cádiz tenía 20, El Puerto de Santa María 9, El Campo de Gibraltar 13, Cartagena 9, Ceuta 5, Badajoz 14, Alburquerque 8, Alcántara 6, Alconchel 1, Valencia de Alcántara 7, La Coruña 12, Ciudad Rodrigo 6 y Tarifa 4. Estas milicias urbanas eran similares a las Milicias Provinciales, pero a nivel local.
Unidades de emigrados
Después de la Revolución de 1789, muchos realistas se refugiaron en España y crearon unidades para luchar contra el Gobierno revolucionario. Estas unidades participaron en la Guerra de los Pirineos y, después del Tratado de Basilea, se unieron para formar el Regimiento de Borbón en 1796.
Real Cuerpo de Artillería
El Real Cuerpo de Artillería fue creado en 1710. En 1806, estaba compuesto por cuatro regimientos, cada uno con dos batallones y cuatro compañías a pie y una montada. Esto sumaba un total de 40 baterías y 240 cañones. Además, había 15 compañías de guardia para los diferentes fuertes, cinco compañías de obreros de la Maestranza y un cuerpo de inválidos. También contaba con 74 compañías de milicias en varias ciudades. La academia, con 150 cadetes, se encontraba en Segovia. La calidad de las tropas y los oficiales era bastante buena, aunque las baterías a menudo tenían solo 4 de los 6 cañones y la proporción con respecto al resto del Ejército era baja.
Real Cuerpo de Ingenieros
Este cuerpo fue creado en 1711 y contaba con 170 oficiales destinados en la Península y las colonias. Su función principal era la ingeniería militar y la construcción de fortificaciones costeras. También existía un cuerpo de cosmógrafos encargados de la realización de mapas.
Regimiento Real de Zapadores-Minadores
Creado en 1802, este regimiento contaba con dos batallones, cada uno con cuatro compañías de zapadores y una de minadores. Cada compañía estaba compuesta por cinco oficiales y 120 hombres.
Caballería
En 1803, tanto los regimientos de caballería de línea como los ligeros tenían la misma composición. Cada uno contaba con cinco escuadrones de dos compañías. Cada compañía incluía un capitán, un teniente, un portaestandarte, un sargento primero, dos sargentos, cuatro cabos primeros, cuatro cabos, un corneta, cuatro carabineros, 38 soldados montados y 13 a pie. Cada regimiento tenía un Estado Mayor compuesto por ocho oficiales de campo, cuatro portaestandartes, un capellán, un médico, un corneta mayor, un tambor, un maestro guarnicionero, un maestro de armas y un picador. Los regimientos de caballería ligera no tenían portaestandartes ni tambores. En 1808, cada uno de los 24 regimientos contaba con 700 hombres, sumando un total de 14.440 hombres con 9.500 caballos.

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