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La División Naval del Sur de Mindanao: El último bastión naval español en Filipinas

Hangchow, China . Algunos de los barcos de la patrulla del río Yangtze de la Armada de los EE. UU. en Hangchow durante la década de 1920, con varios juncos y sampanes locales también presentes. Los barcos de la Armada de los EE. UU. son (de izquierda a derecha): USS Isabel (PY-10); USS Villalobos (PG-42); y USS Elcano (PG-38). Fotografía del Centro Histórico Naval de los EE. UU.

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USS Villalobos (PG-42) en aguas chinas alrededor de 1910. Esta pintura pertenece al libro Yangtze River Gunboats, 1900-1949 , p. 13, y publicado por Osprey en 2011. Las ilustraciones son de Tony Bryan

De la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898 en Filipinas, el hecho más conocido es el sitio de Baler, donde las tropas españolas resistieron durante casi un año. Este hecho, conocido como "Los últimos de Filipinas", fue llevado al cine en 1945 por Antonio Román, interpretado por Tony Leblanc, entre otros. Sin embargo, además de estos valientes soldados y de la escuadra de Montojo, hundida en su totalidad, existía otra unidad que opuso fiera resistencia: la "División del Sur".

La Guerra de 1898 marcó el final del Imperio español en América y el Pacífico. Sin embargo, mientras que el desastre de Cavite, donde el almirante Montojo fue derrotado por el Comodoro Dewey, y la caída de Manila suelen considerarse el epílogo de la presencia española en Filipinas, pocas veces se reconoce la heroica resistencia de la Armada española en este teatro de operaciones. La División Naval del Sur de Mindanao representa uno de los últimos y más gloriosos capítulos de la Armada en aquella guerra.

La División Naval del Sur de Mindanao, comandada por el Capitán de Navío José Ferrer y Pérez de las Cuevas, estaba formada por una heterogénea flotilla de buques adaptados para enfrentarse a la guerra en el archipiélago filipino. Entre sus principales unidades estaban:

El transporte General Álava: Construido en Glasgow en 1895, de 1.200 toneladas y 7 nudos de velocidad, armado con dos cañones Hontoria de 7 cm y dos ametralladoras de 11 mm. Este buque desempeñó un papel crucial, adaptándose como un pequeño crucero auxiliar.

El cañonero Elcano: Construido en La Carraca en 1884, de 540 toneladas y velocidad máxima teórica de 11 nudos, armado con tres Hontorias de 120 mm y otras armas menores.

Cañoneros menores: Como el Calamianes, Samar, Paragua y Pampanga, desplazaban entre 142 y 200 toneladas, alcanzaban 10 nudos y estaban armados con cañones de 7 o 9 cm.

Lanchas cañoneras: La Basco, Gardoquí y Urdaneta, utilizadas principalmente para la vigilancia costera.

Unidades fluviales: Destinadas a la laguna de Lanao, como el General Blanco y el Lanao, de menor tamaño y capacidad.

Además, la División contaba con los cañoneros Quirós y Villalobos, destacados en las Carolinas y operando de forma independiente. Estas embarcaciones simbolizaban la resistencia de una Armada al límite de sus recursos, enfrentándose a enemigos superiores en número y equipamiento.

Tras la destrucción de la flota principal en Cavite, las fuerzas navales insurgentes filipinas, apoyadas tácitamente por los estadounidenses, se adueñaron de varios buques mercantes, como el Bulusán y el Nueva Esperanza, artillándolos con piezas tomadas del arsenal de Cavite. En este contexto, los buques españoles asumieron la tarea de frenar su expansión.

El Capitán Ferrer adoptó una estrategia defensiva inicial, concentrando los recursos en La Isabela, donde se fondearon minas y se emplazaron cañones adicionales. No obstante, pronto pasó a la ofensiva, utilizando los cañoneros y el transporte General Álava para interceptar, hundir o capturar buques insurgentes, así como para apoyar a guarniciones aisladas. Entre las operaciones destacadas se encuentra la captura del mercante Saranac por el Elcano, cuya bandera se conserva en el Museo Naval de Madrid.

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Un ejemplo notable de su éxito fue el hundimiento del Bulusán y la captura de embarcaciones como el Cambuilao y el Iris de Paz, en condiciones extremadamente adversas. Estas victorias no solo reafirmaron la capacidad operativa de la Armada, sino que también apoyaron al Ejército en acciones decisivas como la defensa de Ilo Ilo, donde una guarnición de 1.200 hombres resistió el ataque de 10.000 insurgentes gracias al apoyo naval.

Con la firma del Tratado de París en diciembre de 1898, la misión de la División cambió a la evacuación de tropas y residentes españoles. En 1899, los cañoneros fueron vendidos a intermediarios estadounidenses. Sin embargo, antes de su entrega, oficiales españoles como el Teniente de Navío Cano y Puente recuperaron heroicamente los buques que habían sido tomados por insurgentes filipinos, asegurando su traspaso ordenado a la US Navy.

El General Álava fue el último buque en arbolar la bandera española en el Pacífico, realizando la evacuación y entrega de las Carolinas al Imperio Alemán. Tanto él como los cañoneros Quirós y Villalobos continuaron en servicio bajo la bandera estadounidense durante años, testigos mudos de una época que llegó a su fin.

Un héroe de película: El cañonero Elcano

Los últimos de Filipinas de la Armada

Durante el periodo en que se mantuvo el conflicto con los Estados Unidos, la División fue capaz de capturar varios buques de los rebeldes filipinos, como el velero Iris y la lancha Nueva Esperanza. Sin embargo, lo más destacado fue el apresamiento por parte del cañonero Elcano del norteamericano Saranac, un navío que transportaba 1.640 toneladas de carbón para la flota de Dewey. Este hecho fue único, ya que se trató de la única captura de un barco estadounidense realizada por la Armada española durante todo el conflicto.

Captura del Saranac

El Elcano, matriculado posteriormente como PG-38, pasó a integrar la Marina de los Estados Unidos en 1899. Durante más de tres décadas, formó parte de la patrulla naval del río Yangtsé, con base en Shanghái, junto a otros antiguos barcos españoles como el Villalobos o el Isabel. Esta patrulla naval desempeñó un papel crucial en numerosos incidentes en China, rescatando ciudadanos estadounidenses, protegiendo intereses comerciales y asistiendo a consulados. Destaca particularmente su intervención en Nankín en 1927, durante la guerra civil china, donde el buque dio apoyo a misioneros y refugiados en un contexto de caos y violencia generalizada.

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El «Elcano» en Cavite ya en posesión de la US Navy esperando ser reformado, en proa se observa el tubo lanzatorpedos (Naval Historical Center)

Estas operaciones en el río Yangtsé evocan historias heroicas, como la representada en la película de 1966 El Yangtsé en llamas, protagonizada por Steve McQueen. En la película, el ficticio USS San Pablo debe rescatar a misioneros en China, pero bien podría haber sido el valiente Elcano.

Desafortunadamente, el final del Elcano no fue tan glorioso como sus años de servicio. Tras ser dado de baja, fue utilizado como blanco para prácticas de artillería naval y finalmente hundido el 4 de octubre de 1928. No obstante, su legado perdura como un ejemplo del heroísmo y la tenacidad de la Armada española, un auténtico héroe de película que, aunque olvidado por muchos, merece ser recordado como un símbolo de resistencia y orgullo nacional.

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