Las batallas gemelas:...
Con el regreso de Napoleón de su exilio en la isla de Elba, comienza el periodo histórico conocido como los Cien Días y que viene marcado por la formación de la 6ª Coalición, formada por todos sus anteriores enemigos (Gran Bretaña, Austria, Rusia, Prusia, España), con el objetivo de derrocarle.
Para ello, paulatinamente, se van concentrando alrededor de las fronteras de Francia y, acosado, Napoleón recurrirá a una estrategia defensivo-ofensiva, es decir, a un ataque preventivo antes de que sus enemigos concluyan su despliegue.
Con un ejército casi de circunstancias, invade Bélgica y desarrolla una estrategia del centro, es decir, avanzar entre los dos ejércitos que allí se encuentran, el anglo-holandés de Wellington y el prusiano de Blücher, con la intención de que no puedan unirse en uno solo y vencerlos por separado buscando la superioridad local.
Si bien, Napoleón cree que combatirá primero a Wellington, el despliegue adelantado prusiano le ofrece la posibilidad de acabar primero con él, así que dirige él mismo la batalla que se desarrollará en los alrededores de la población de Ligny. Cuenta para ello con que el ala izquierda, mandada por Ney, dé el golpe de gracia: sin embargo, este se encuentra combatiendo con Wellington en Quatre Bras.
Se están llevando a cabo dos batallas paralelas, dos batallas gemelas de consecuencias trascendentales para los sucesos posteriores.